Alertan por el desguace del INV, pérdidas económicas y de controles de calidad sobre los vinos

La Asociación Viñateros de Mendoza se expresó en favor de algunos cambios pero demanda participación para discutir otros que terminan por desfavorecen a productores primarios.

Mendoza29/07/2025 Click Economía
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Las recientes modificaciones impulsadas por el Gobierno Nacional en torno al Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el INTA y la legislación sobre contratos de compra-venta de uva encendieron las alarmas en el sector vitivinícola.

Desde la Asociación Viñateros de Mendoza, su presidente Eduardo Córdoba fue contundente: “Dejan afuera al productor de la letra chica y no se puede desmantelar las herramientas que sostenían al productor”.

Córdoba advierte sobre la falta de participación real de los actores de la cadena productiva en la definición de las nuevas normas: “Formamos parte de la cadena productiva, pero no se nos consulta como corresponde. Queremos evitar que estas modificaciones habiliten prácticas desleales que perjudiquen tanto al consumo interno como a las exportaciones”.

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El dirigente hace referencia a un proceso de retroceso que lleva años, marcado por el abandono del trabajador agrícola, la competencia con otras bebidas y una caída del poder de negociación en el mercado por atomización. “Este año dijimos claramente que la uva se estaba pagando lo mismo que el año pasado, con costos por las nubes. ¿Y qué nos dijeron? ‘Es el mercado, arréglenselas’. Pero después sí intervienen, y es para desguazar. Es un discurso raro y paradójico”.

La preocupación central pasa por el control de la etapa inicial de la elaboración. “Nos inquieta mucho qué va a pasar con el control de la cosecha. Si desaparece o se debilita el INV, se abre la puerta a maniobras que dañan al productor, a la calidad del vino argentino, a la calidad del vino y por consecuencia al consumidor”.

Desde la Asociación, piden diálogo, transparencia y la posibilidad de llegar a un “punto de confluencia” para reunirse con el Gobierno Nacional y Provincial. “No nos oponemos al cambio —concluye Córdoba—, pero queremos que sea para mejorar y no para destruir lo que costó décadas construir”.

La vitivinicultura no es solo una industria: es trabajo, cultura y economía regional. En los lugares más recónditos de la provincia, en pleno invierno, las familias tienen trabajo por las tareas de poda y mantenimiento. El comercio de los departamentos se mueve gracias a eso. Y si el productor desaparece, no hay vendimia, no hay turismo, no hay fiesta. Se pierde una oportunidad cultural y económica enorme.

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