La millonaria deuda por tasas municipales de los contribuyentes de Lavalle

En tiempos de alta exigencia social sobre el rol del estado municipal en el cumplimiento en tiempo y forma de los servicios básicos, obras y prestaciones extraordinarias producto de la coyuntura socioeconómica,  ambiental y de infraestructura, la reciprocidad de obligaciones mutuas - entre contribuyentes y municipio - parece estar ausente. Mientras que la comuna debe afrontar millonarios costos mensuales para mantener la planta de personal,  el orden y limpieza, luminarias e invertir en obras públicas, todo con fondos genuinos y de coparticipación; hay un sector de contribuyentes que se mantiene ajeno a sus compromisos tributarios municipales y adeuda tasas por casi $90 millones, según datos oficiales.

De acuerdo al informe de Hacienda del segundo trimestre de 2025, la comuna depende del aporte provincial y nacional en un 86,14%. El reciente informe refleja que del total de $6.488.839.923,78  de recursos corrientes – es decir, ingresos efectivos a las arcas comunales – hubo ingresos por $5.589.592.196,09 correspondientes a coparticipación de impuestos efectivamente recibidos entre mayo y junio.

Lo que parece una suma suficiente para afrontar los compromisos regulares, no es tal. Durante el mismo periodo, la comuna debió desembolsar $ 5.130.946.728,89 por erogaciones corrientes. Lo que deja un saldo trimestral a favor de apenas  $1.214.563.035,64. Se trata de un recurso finito que debe ejecutarse de manera razonable, mediante un plan de prioridades de obras y servicios que merced a la demanda social resulta escaso.

Para mejorar la rentabilidad de los fondos que la comuna recibe de manera regular pero variables - depende de los niveles de recaudación de impuestos provincial y nacional - hace colocaciones a plazo fijo. Esa “bicicleta financiera” le permite obtener rentabilidad extra como reaseguro o capitalización para  futuras inversiones. Son operaciones bancarias  habituales y comunes a todas las comunas.

Esos malabares financieros, le permitieron a jefe comunal Edgardo González – entre otras cosas - convenir inversiones conjuntas con provincia para avanzar en obras claves o encarar gastos extraordinarios por situaciones extremas o destinar fondos en áreas que no son de su competencia o jurisdicción para dar respuestas rápidas en la coyuntura. En ese rol reparador de las falencias, lentitud o ausencia de otros organismos nacionales o provinciales es donde los fondos frescos y administrables a nivel local resultan escasos para encarar las soluciones definitivas y menos aún establecer un plan integral de obras de mediano y largo plazo, con el estado nacional corrido de la inversión en obra pública y el gobierno provincial presente, a cuenta gotas.

Este contexto económico crítico no deslinda ni relaja la responsabilidad de la comuna en materia de inversión pública, menos aún ante la demanda creciente de asfaltado urbano, enripiado de caminos rurales, mejoras sustanciales en el servicio público vecinal, asistencia social y otros requerimientos de los lavallinos. Aquí es donde se debe aplicar el ingenio técnico y táctico para implementar un plan eficiente y efectivo del manejo de los fondos destinados a la obra pública.

El otro costado del mostrador: El contribuyente, exigencias y morosidades  

En la actualidad, la comuna acumula un pasivo por  $87.263.913,52 producto de la alta morosidad en el pago de tasas municipales por parte de los vecinos. Ese monto surge de tasas impagas de servicios, tributos y aforos municipales que arrastra desde hace varios años.

Lo raro del caso, es la escasa efectividad en el cobro regular y la casi inexistente voluntad de cobro vía apremio o judicial. Según detalla el informe de Hacienda a junio de este año, la comuna no ha iniciados gestiones judiciales de cobro efectivo por unos $70.380.462,58. Al tiempo que reclama judicialmente apenas $1.992.772,34

A junio de 2025, ha ejecutado y tiene vigente vía apremio reclamos de cobro por otros  $4.752.376,84. Hasta el momento solo ha logrado compromisos de pago por adhesión a Plan de Financiación o Moratoria por apenas  $10.138.301,76.

En detalle, los contribuyentes que mantienen deudas por tasas con la comuna están vinculadas a servicios municipales $11.852.793,01, Aforos Varios $6.163.982,96, Cementerio $4.243.525,91, Bomberos 2.545.599,49 o por tributos Municipales $62.054.863,81

Por la suma de estos y otros ítems, la deuda de los contribuyentes con el Municipio de Lavalle asciende a $87.263.913,52, según el informe de transparencia activa publicado por la institución.

Es claro que la cultura tributaria de la ciudadanía esta cruzada por la realidad económica y sus vaivenes constantes. Aun así, vale  juzgar nuestro rol contributivo al Estado y demandante del mismo. La vara para medir la inercia de cada uno – contribuyente y Estado - no es igual. Exigimos estado presente pero no somos recíproco.

Las tasas municipales – siendo un aporte mínimo anual - parecen estar relegadas en la esfera presupuestaria familiar “total no pasa nada” y, en un trato igualitario con los que están al día,  los servicios se prestan igual.  Quizás, en estos tiempos donde nos habita un nuevo paradigma económico en la Argentina, sea un buen momento para interpelar el estado de situación de unos y otros para lograr equidad, reciprocidad y justeza en el rol que nos toca.