Mafalda: La Niña Preguntona y la genialidad de Quino

Un día como hoy se publicaba por primera vez Mafalda con una tirada de dos apariciones semanales. Nace como una tira de humor dentro de la revista Primera Plana, gestándose así una de las historietas más reconocidas tanto en Argentina como a nivel mundial. 

Con el correr de los años sería traducida a unos 35 idiomas aproximadamente, y contando desde siempre con una vigencia única a pesar del paso del tiempo. Su última aparición se dio el día 25 de junio del año 1973.

Mafalda no es solo un personaje de historieta; es un ícono cultural que, a través de los ojos de una niña de seis años, logró capturar y criticar de manera brillante las ansiedades, las contradicciones y los problemas del mundo.

Creada por el dibujante y humorista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón, universalmente conocido como Quino, Mafalda apareció por primera vez en 1964 y se convirtió rápidamente en un espejo incómodo pero necesario de la sociedad.

Mafalda se distingue por su profunda preocupación por la humanidad y la paz mundial. Detesta la sopa (una metáfora del militarismo, la incomprensión y la imposición de lo que no le gusta) y es una defensora acérrima de The Beatles. Sus preguntas existenciales y sus diálogos con sus padres, a menudo llenos de frustración por la falta de respuestas sencillas, reflejan la perplejidad de Quino ante el caos del mundo.

 El Legado de Quino

	Quino (1932-2020) fue un maestro del humor gráfico que trascendió las fronteras del entretenimiento. Su trabajo, aunque a menudo simple en apariencia, estaba cargado de una profunda crítica social y política. Utilizó a Mafalda y su pandilla de amigos (el capitalista Manolito, la soñadora Susanita, el inseguro Felipe, y el conformista Miguelito) para abordar temas complejos como la desigualdad, la dictadura, el armamentismo, la manipulación mediática y la hipocresía de la clase media. A pesar de que Quino dejó de dibujar las tiras de Mafalda en 1973, su obra nunca perdió relevancia. Su estilo de humor es atemporal porque se centra en la condición humana y en los problemas que, lamentablemente, persisten a lo largo de las décadas. El talento de Quino residió en su habilidad para hacer reír y reflexionar al mismo tiempo, utilizando la inocencia y la lucidez de una niña como el arma más poderosa contra la estupidez y la injusticia. Gracias a Quino, Mafalda sigue siendo la conciencia crítica que muchos necesitamos.