Alerta roja ante posibles incendios en gran parte de Mendoza

Los cuarteles de bomberos se encuentran en alerta y expectantes cada vez que el mapa de índices de Peligro de Incendios se pone rojo naranja e incluso amarillo, sobre todo en zonas de pastizales de gran combustión, más aún cuando hay presencia de viento. El mapeo es diario y se realiza desde Canadá con FWI (Fire Weather Index) a partir de datos de la hora 12HOA. de temperatura, humedad relativa, velocidad del viento y precipitación acumulada de las últimas 24hs. y representa el comportamiento potencial que un incendio forestal podría tener en el momento más crítico del día, lo que se estima es a las 16hs.

La mayoría de los incendios se producen por la intervención del hombre, tal es el caso de la inciación de los incendios en las Altas Cumbres en Córdoba; sin embargo hay zonas sobre expuestas por sus condiciones naturales y la suma de algunas o todas las condiciones meteorológicas enunciadas - actuando al mismo tiempo - pueden generar focos ignios que pueden resultar inmanejables.

Presentados los detalles de medición, en Mendoza - como en gran parte del país - existen claras razones para presentarse en el mapeo  FWI (Fire Weather Index) en alerta roja. Según muestra el gráfico científico, los días 12, 13 y 14 de octubre serán jornadas extremadamente críticas para la generación de incendios.

Las autoridades recomiendan a las personas tomar los recaudos necesarios para evitar el inicio de un foco ignio y ante cualquier situación llamar rápidamente a los servicios de manejo del fuego.

Vale aclarar que los valores finales de FWI que se obtienen, varían dependiendo del clima de la región, por lo que un mismo valor de FWI no puede interpretarse del mismo modo en cada lugar. Para poder comparar el peligro a lo largo del país se calculan estadísticamente umbrales para cada zona y así surgen “las clases de peligro”. 

Este índice que comenzó a implementarse en Argentina desde el año 2000, es el resultado de la combinación de códigos que estiman el estado de los combustibles muertos de diferentes diámetros, e índices que representan la velocidad de propagación de incendios forestales y la carga de combustible, medio y grueso, disponible para arder.